jueves, 17 de mayo de 2007

ANTICAPITALISMO ROJO Nº10

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Sumario 15 mayo 2007



Editorial
¡ATENCIÓN A FRANCIA!

Tesis
LA CUESTIÓN SAHARAUI Y LOS PROLETARIADOS MARROQUÍ Y ESPAÑOL

¿POR QUÉ HAY QUE DEFENDER Y QUIÉN DEFIENDE Y QUIÉN NO A NÚRIA PÓRTULAS?…


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¡ATENCIÓN A FRANCIA!


El interés que han generado las elecciones presidenciales francesas en el mundo entero no responde a ninguna casualidad. Los acontecimientos que están sucediendo en el país vecino señalan claramente el curso actual por el que está llamado a discurrir, en breve, la lucha de clases, en las sociedades de las grandes potencias capitalistas, empezando por el viejo continente europeo, donde Francia ha jugado históricamente el papel de vanguardia en las luchas de resistencia y en relación a las conquistas sociales del proletariado.

En la sociedad capitalista, dividida entre propietarios de medios de producción, por un lado, y trabajadores asalariados que se ven obligados a vender a los primeros su fuerza de trabajo, la lucha de clases es una realidad que no se puede ocultar, a pesar de todos los esfuerzos mistificadores que la ideología capitalista hace para disfrazar este hecho. Las elecciones democráticas que tienen lugar en el seno de aquélla, no son sino, por tanto, el reflejo distorsionado de la lucha de clases. Un instrumento por el cual la burguesía concede al proletariado el derecho a votar periódicamente qué elementos de la clase dominante serán los encargados de gestionar su explotación asalariada…

En este sentido, tal y como afirmábamos en el anterior número de Anticapitalismo rojo —véase el editorial del núm. 9—, la clase capitalista ha elegido a la derecha para llevar a cabo los inevitables cambios que precisa la economía francesa, una economía en crisis orgánica debido al peso asfixiante de sus gastos improductivos, que, como también apuntábamos, lastran el despegue de la nueva revolución productiva global, abanderada por EEUU, tanto en Francia como en el resto de potencias capitalistas avanzadas de la vieja Europa…

«Francia necesita trabajar más, Francia necesita el orden y la tolerancia cero con las protestas sociales» ha venido declarando reiteradamente, en distintos mensajes, el nuevo inquilino del palacio presidencial francés. Lo que expresan dichas frases es su determinación de salvar la competitividad de la economía francesa, a costa de grandes recortes sociales y del aumento de la explotación del proletario, traducido, como sabemos, en una mayor precariedad y en arrojar al paro —sin derecho ni siquiera a protestar— a las nuevas generaciones proletarias.

Es por eso que los jóvenes precarios, los nuevos explotados que van a sufrir en primera instancia tales medidas, no han tardado mucho en responder a las declaraciones del nuevo presidente, en la misma noche de las elecciones. Ese sector puntero del proletariado, donde se concentra el anticapitalismo de nuestros días, ha salido a las calles desafiando la democracia capitalista —un hecho que saludamos y que no puede llevar en adelante más que a una confrontación creciente con el Estado capitalista— para protestar, de la mejor manera que sabe hacerlo, contra la realidad que se avecina, esto es, desfogando su rabia y destruyendo los símbolos del capitalismo.

Las conclusiones que se pueden sacar de los primeros acontecimientos tras las elecciones presidenciales francesas son: primero, la alta participación indicadora del intenso interés político, reconocido, incluso por la burguesía, de las nuevas generaciones proletarias —casseurs incluidos—, que han salido del apoliticismo para presentarse en las urnas y votar contra Sarkozy; segundo, la conciencia que tiene la burguesía francesa de la importancia histórica de la nueva situación que atraviesa el país, así como de las relaciones de clases imperantes en ella (Segolène Royal, la candidata socialdemócrata, vaticinó un auge de la violencia social si Sarkozy resultaba elegido, cosa que ha ocurrido) y, por último, el descalabro de toda la izquierda y sobre todo la extrema izquierda reformista, incapaz de ofrecer una alternativa, tanto para la clase explotada como para el conjunto de la burguesía, en la actual encrucijada.

Todas estas conclusiones nos hablan pues de que se acerca la hora del gran choque, clase contra clase, de los dos polos de la sociedad francesa. ¿Podrá la burguesía gala, con Sarkozy a la cabeza, tirar adelante sus reformas, acabando con la resistencia del proletariado, tan fulgurante en los últimos años? Apostamos que no y que nos encontramos aquí con el elemento no previsto por la vanguardia de la clase dominante.

Si la clase capitalista ha tomado nota de las necesarias reformas económicas y sociales y por ello ha encargado a la derecha llevarlas a cabo, los revolucionarios, partiendo del análisis histórico y presente de la sociedad capitalista, podemos anticipar, científicamente, el fracaso de tales medidas, teniendo en cuenta que su aplicación coherente, sin una conciencia real de la correlación de fuerzas en escena, rompería el equilibrio social indispensable, en esta coyuntura, aún democrática, de la sociedad burguesa, para la estabilidad de la explotación asalariada.

Pero la burguesía, lo sabemos, aprende sobre la base de palos y de traumáticos conflictos. Le pasa igual que a aquel brujo que ya no puede controlar las potencias infernales que él mismo ha desencadenado. Como anticiparon, hace más de 150 años, esos dos conocidos anticapitalistas rojos llamados Marx y Engels:

Ante nuestros ojos se está produciendo un movimiento análogo. Las relaciones burguesas de producción y de cambio, las relaciones burguesas de propiedad, toda esta sociedad burguesa moderna, que ha hecho surgir de sí misma, como por arte de magia, tan potentes medios de producción y de cambio, se asemeja al brujo que ya no es capaz de dominar las potencias infernales que ha desencadenado con sus conjuros. (Karl Marx y Friedrich Engels: Manifiesto del Partido Comunista, 1848, Ediciones Curso, Barcelona, 1998, p. 34).

Exactamente, señores burgueses. La introducción de las nuevas tecnologías en la economía capitalista, para producir más rápido, más barato y competir así, en mejores condiciones, con los demás capitalistas, está arrojando a grandes masas de trabajadores a las calles de las grandes ciudades de los países del capitalismo avanzado. Ésta es una contradicción del sistema —mantenido actualmente en pie gracias a los viejos puestos de trabajo que restan de la anterior fase taylorista—, que produce y desarrolla, a su vez, un nuevo proletariado anticapitalista, una generación sin nada, sin futuro, sin trabajo, sin ninguna ilusión en esa democracia burguesa que cada vez tiene mayores dificultades para dar de comer a sus esclavos asalariados.

De todo esto se deduce que los próximos años van ser reveladores para nuestra clase. Francia es, en estos momentos, escenario y avanzadilla de un choque, como hemos dicho, entre las dos grandes clases de la sociedad capitalista. Tanto para las burguesías europeas, pendientes de lo que ocurra en el país galo, de cara a aplicar planes sociales similares en sus respectivos Estados, como para el anticapitalismo y los elementos más avanzados del proletariado, atentos a lo que vaya a dar de sí la fuerte resistencia de la clase explotada francesa, y atentos a las nuevas formas organizativas e unitarias que surjan, el resultado de dicho choque, reportará un ineludible modelo a seguir.

Hemos apuntado anteriormente también que los planes de la burguesía no podrán, con todo, a pesar de la disposición del nuevo Jefe del Estado, ser realizados en las actuales coordenadas sociales. ¿Tablas, entonces, entre las clases o pequeña victoria para la resistencia proletaria?

En lo que hace al Estado francés, podríamos hablar, más allá de otras consideraciones de matiz, de un cierto empate entre las clases. El desenlace tendrá lugar fuera de sus fronteras, pero, en cualquier caso, más allá del signo inmediato de éste, la resistencia anticapitalista de los casseurs y precarios franceses dejará de ser una especificidad nacional.


LEE, DEBATE, ESCRIBE…

En Anticapitalismo Rojo núm. 1…:
«El nuevo anticapitalismo. Vive les casseurs!»
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En Anticapitalismo Rojo núm. 8…:
«Metro de París. Nueva irrupción del anticapitalismo»
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En Anticapitalismo Rojo núm. 9…:
«1 de mayo: ¿Manifestaciones anticapitalistas?…»


Tesis
LA CUESTIÓN SAHARAUI Y LOS PROLETARIADOS MARROQUÍ Y ESPAÑOL


1. A lo largo de todo su desarrollo, el auténtico marxismo —vale decir; el de Marx y Engels, el de Lenin— se ha cuidado mucho de permitirse responder con una fórmula invariable a los diversos y complejos problemas nacionales, que, lejos de hallar solución, tienden a resultar multiplicados y exacerbados en la misma medida en que la fase histórica de agonía del capitalismo que vivimos, el imperialismo, se aproxima a su desenlace. Por el contrario, la vanguardia comunista se distingue, también en este terreno, por la búsqueda rigurosa de respuestas concretas, por su especificidad, a las diferentes, e irrepetibles en su particularidad, cuestiones nacionales suscitadas.

2. El marxismo ha entendido y entiende, por ende, que tales respuestas, si bien deben tomar en consideración las vertientes histórica y cultural del problema planteado, se rigen, por encima de cualquier otro criterio, por el papel real —léase, objetivo— que un movimiento de liberación nacional dado está llamado a desempeñar en la lucha revolucionaria, inconciliable, que, en la sociedad capitalista, libran la clase explotadora y dominante de ésta, la burguesía, y la explotada y oprimida, el proletariado.

3. En el plano histórico, es, sin duda, reconocible, en el sentido moderno, un pueblo saharaui, cuya conciencia nacional se fue formando y desarrollando a través de sus sucesivas resistencias armadas frente a los ocupantes.
El pueblo saharaui es reconocible, en 1898-1920, en la defensa de Smara (ciudad donde, en 1973, sería fundado precisamente el Frente Popular para la Liberación de Saguía El Hamrà y Río de Oro —Frente Polisario—) y el conjunto del Sahara Occidental contra las tropas imperialistas españolas y, acto seguido, francesas, que destruyeron, en 1913, casi por completo, esa mítica ciudad del desierto —denominada de los hombres azules— que agrupaba a más de 20.000 jaimas y contaba con una irrepetible biblioteca de más de 5.000 volúmenes, fundada, en el mismo año de inicio de las hostilidades, por el jeque saharaui Chej Ma El Ainin... Es reconocible, después de la muerte de éste, a través de la guerra, tanto contra Francia como contra el Sultanato de Marruecos, que, hasta la derrota de los saharauis, encabezó uno de los hijos del citado jeque, Chej Ahmed el Heiba —nombrado Sultán Azul por las tribus del Sahara después de la destrucción de Smara—, y, tras su asesinato, el nuevo Sultán Azul, Chej Merebbi Rebbu, bajo cuya dirección la población saharaui continuará resistiendo, con las armas en la mano, hasta 1934, a las fuerzas, muy superiores, de los destacamentos franceses de Mauritania y del sultán marroquí… Es reconocible posteriormente, en 1957, tras la independencia de Marruecos —pactada el año anterior, a la postre, reaccionariamente, entre el Sultán Mohamed V, que cambiaría su título por el de Rey de Marruecos, y las potencias colonizadoras—, a través de la resistencia que los saharauis, escindidos del Ejército de Liberación Nacional (ELN) marroquí, que había combatido a las tropas francesas, levantan contra la invasión del Sahara por aquél, obedeciendo a los propósitos imperialistas de la monarquía alauita y la burguesía de Marruecos… Es reconocible, en 1958, a través de la lucha desplegada por esas bandas armadas saharauis, supervivientes del ELN revolucionario, contra la operación militar franco-española que, con la complicidad de un ELN ya reaccionario, sometido a Mohamed V, acabará aplastándolas… Es reconocible el 17 de junio de 1970 en la manifestación de masas en El Aaiun, que, encabezada por el dirigente del movimiento nacional saharaui, Mohamed Basiri, fue brutalmente reprimida por la Legión Española con un balance final de 40 muertos, centenares de heridos y un millar de detenidos, además de la desaparición, aún hoy por aclarar, del propio Basiri… Es reconocible, en 1973, a través de la creación del Frente Polisario y de la resistencia armada que éste opondrá, a partir del 30 de octubre de 1975, a la ocupación, por el Ejército marroquí, del Sahara Occidental, previo pacto con el régimen franquista español, en plena agonía, para repartir su colonia entre Marruecos y Mauritania… Es reconocible en la exitosa retirada, organizada, acto seguido, por el Frente Polisario, a través del desierto y bajo las bombas de napalm, de fósforo blanco y de fragmentación utilizadas por la aviación marroquí, del grueso de la población saharaui (200.000 sobre un total de 300.000 habitantes del Sahara) hacia los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia), una vez se mostró imparable la invasión extranjera… Es reconocible en la proclamación, en febrero de 1976, de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y en la guerra desarrollada por ésta, contra los ocupantes de su territorio que derrotó, en 1979, a Mauritania y, en una primera fase, llegó a recuperar la mayor parte de éste…, y es reconocible, en suma, no sólo en la tenaz resistencia que, desde entonces, sigue sosteniendo —incluso privada del apoyo activo de Argelia, otrora aliado de circunstancias en razón de sus propios intereses imperialistas— la población saharaui refugiada en los campos (pese al brutal bloqueo impuesto por Marruecos mediante la erección de un muro de aislamiento, a lo largo de más de 2.000 km, que, dotado de radares y rodeado de un extenso campo de minas antipersonales, divide, de Norte a Sur, el territorio del Sahara Occidental, bajo la vigilancia permanente de más de 150.000 efectivos del Ejército marroquí), sino, asimismo, en las amplias protestas contra la ocupación marroquí que culminaron, en mayo de 2005, en Smara, en una masiva manifestación en apoyo de la independencia del Sahara y del Frente Polisario dentro del marco de la intifada que se adueñó, durante aquellos días, de las calles de los principales núcleos urbanos del Sahara Occidental, y en las protestas de solidaridad prosaharaui que tuvieron lugar en algunos centros universitarios de Marruecos y en las principales ciudades españolas…
En el plano cultural, por su parte, el movimiento nacional saharaui es reconocible en el desarrollo, como lengua propia del hasanía (idioma oficial de la RASD, que, en 2007, ha visto publicado su primer diccionario español-árabe hasanía, con más de 7.000 entradas), dialecto beduino, de características completamente distintas a las lenguas de los países fronterizos, hablado por alrededor de los cinco millones de personas que habitan la franja de territorio (dos veces y media más extenso que la Península Ibérica) que se extiende desde el Valle del Draa hasta Mauritania.

4. El interés objetivo, revolucionario, del proletariado marroquí en la liberación del pueblo saharaui es obvio, pues no sólo, en general, la clase trabajadora no puede emanciparse de sus cadenas de explotación tolerando la opresión, en particular, a cargo de su propia burguesía, de no importa qué pueblo, sino que además, en concreto, el régimen burgués imperante en Marruecos —la monarquía alauita— y la perspectiva política de desarrollo de los intereses de la clase capitalista marroquí, que, mirándose en el espejo de la «transición» española que, en los pasados años 70, aseguró la estabilidad del Estado capitalista tras el agotamiento del franquismo, pasa por la democratización de la Corona, se sostienen con la ayuda insustituible de hacer aparecer al monarca, demagógicamente ante las masas, como garante de la unidad nacional frente a la presión y las secuelas, aún vivas (Ceuta y Melilla, Canarias), del imperialismo extranjero. Por el contrario, todo avance real del proletariado marroquí hacia su propia liberación se mide y medirá, en los próximos desarrollos de la lucha de clases, por la distancia que éste sea capaz de poner no sólo con respecto a la monarquía imperante, sino, más en general, con relación a cualquier tipo de colaboración de clases —incluso bajo la engañosa bandera de la democracia— con su propia burguesía.
En dicho cuadro, dado el golpe de muerte que la pérdida del Sahara Occidental representaría para la capacidad de mantener el orden, frente a sus propias masas trabajadoras, del frágil Estado burgués marroquí —dependiente, en realidad, hasta la médula, de las grandes potencias imperialistas—, es tarea distintiva de la vanguardia comunista en Marruecos la defensa pública no sólo, en general, del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, sino, mucho más en concreto, de la única vía a través de la que tal derecho ha podido ser y podrá ser hecho efectivo, a saber, la independencia del Sahara mediante el reconocimiento incondicional de la soberanía estatal de la RASD.

5. El interés objetivo, revolucionario, del proletariado español en la liberación del pueblo saharaui es, igualmente, obvio. La opresión que, en la actualidad, sufre la población del Sahara, como resultado, en lo inmediato, del cobarde acuerdo de “descolonización” pactado, en su día, por el Estado franquista con Hassan II y, en el plano histórico, del rapaz, brutal y humillante imperialismo español que —aún hoy, bajo la democracia burguesa, y con la complicidad manifiesta del conjunto de las fuerzas reformistas (recuérdese el consenso global existente, en el Parlamento español, en torno al incidente militar de las islas Perejil o al muro antiinmigración que se está levantando en Melilla, o, sencillamente, en cuanto a los abusivos controles de frontera y aduaneros a la entrada, en España, de personas y mercancías procedentes de Marruecos, por no hablar del inhumano trato, con papeles o sin ellos, dispensado por el Estado español a los inmigrantes marroquíes, mientras que, en Marruecos, los ciudadanos y, sobre todo, las empresas españolas y, en general, europeas y occidentales, gozan de todas las prerrogativas…)— sigue desplegándose, desde hace siglos, contra el pueblo marroquí, lejos de beneficiar, en lo más mínimo, la independencia del proletariado español con respecto a su propia burguesía, ayuda a mantenerle ligado a los intereses imperialistas de ésta, expresados aún, de forma palmaria, en la ocupación de esas ciudades marroquíes que son Ceuta y Melilla, así como de esas islas, situadas en el litoral marroquí, que son las Canarias. Por ende, toda tolerancia de la clase trabajadora española ante, para el caso, ese imperialismo de su burguesía sólo puede contribuir a erigir obstáculos en el camino de la unidad mundial, por encima de las fronteras, del proletariado contra el capitalismo, cuando no a arrojar al proletariado marroquí en brazos de su propia clase dominante.
A tenor de ello, la vanguardia comunista en España tiene como uno de sus deberes inalienables la defensa pública de la independencia, efectiva e incondicional, del pueblo saharaui, a la vez que de la devolución a Marruecos de Ceuta y Melilla, y la entrega de las islas Canarias. Lejos de fortalecer al régimen alauita y a la burguesía marroquí, tal política, de radical ruptura con todo trazo de imperialismo, llevada hasta las últimas consecuencias por el proletariado revolucionario español, poniendo al descubierto la demagogia, nacional, “antiimperialista”, del Estado marroquí, erosionará profundamente su base social entre las masas en la misma medida en que, estableciendo una indestructible fraternidad entre los proletarios de ambos países, ayudará a despejar la ruta de la revolución comunista en el conjunto del Magreb.

6. El interés objetivo, revolucionario, del proletariado internacional en la liberación del pueblo saharaui es, en suma, obvio no sólo por las razones ya anteriormente enumeradas, sino, por ende, por el papel clave, de todo punto insustituible, que, en el mantenimiento del orden imperialista internacional —en particular, en el norte de África—, desempeña el Estado capitalista marroquí, ejerciendo no únicamente como represor de sus propias masas trabajadoras, sino también como guardián número uno, a cuenta de los intereses de las grandes potencias mundiales, del status quo en la zona, además de como barricada periférica de defensa de la vieja Europa burguesa tanto frente a la inmigración trabajadora africana como frente a la acción, en el propio seno de los países avanzados, de los movimientos antiimperialistas revolucionarios desarrollados tras los atentados, en EE UU, del 11 de septiembre de 2001.

7. Tal como demuestran los 40 años, que ahora se cumplen, de la resolución de la ONU por la que se exigía a España que concediera la independencia al Sahara Occidental, ocupado entonces por sus tropas, la emancipación del pueblo saharaui, su autodeterminación efectiva, se identifica necesariamente, en las condiciones reales en las que se desarrolla el conflicto —con una población saharaui desplazada, por la guerra, en gran parte, de su territorio; con un Estado marroquí que, incapaz de asumir la posibilidad de la independencia del pueblo saharaui, ha abortado y abortará, mediante fraudulentos movimientos demográficos, todo pretendido referéndum de autodeterminación en el que previamente no se haya asegurado una confortable mayoría; con una ONU que, en definitiva, ha servido y sirve a los intereses reaccionarios de las grandes potencias…—, con el pleno reconocimiento de la independencia del pueblo saharaui, ya proclamada, en 1976, mediante la constitución de la RASD.
A tal respecto, si la autonomía del Sahara Occidental, propuesta por Marruecos y avalada por las grandes potencias imperialistas, y España, con el sostén de la ONU, no es más que una trágica burla de los derechos nacionales del pueblo saharaui, el reconocimiento, en sí, del derecho a la autodeterminación constituye un callejón sin salida que no hace más que prolongar, con ilusiones que no corresponden a la realidad —la posibilidad de organizar, de común acuerdo con Marruecos, un referéndum de autodeterminación; la posibilidad de contar, para ello, con el apoyo efectivo de la ONU…—, los sufrimientos de la población oprimida del Sahara. Que el Frente Polisario se haya mostrado dispuesto, desde el alto el fuego decretado en septiembre de 1991, a seguir alimentando estos vanos anhelos de solución pacífica del conflicto con Rabat, mediante la reivindicación de un referéndum de autodeterminación celebrado bajo los auspicios de la ONU, es revelador tanto de la naturaleza pequeñoburguesa, vacilante y tendente siempre, en lo posible, a la conciliación con la burguesía opresora, más allá del terreno de la ideología, del movimiento nacional saharaui —nutrido, en su mayor parte, de los pequeños comerciantes urbanos de las principales poblaciones del Sahara Occidental— como de la imposibilidad que éste tiene, por sí mismo, de conseguir su objetivo derrotando al opresor Estado marroquí. Con independencia de estas inconsecuencias del Frente Polisario, que —fruto de la interiorización de su manifiesta inferioridad política y militar frente a Marruecos— le llevan oportunistamente a aceptar una supuesta autodeterminación que anularía la ya efectivamente acontecida con ocasión de la proclamación, por él mismo, de la RASD, el proletariado marroquí y el español tienen el deber ineludible de defender, sin condición previa alguna y por todos los medios a su alcance, al Frente y sus acciones revolucionarias —pasadas, presentes y futuras—, en la vía de la independencia del Sahara Occidental, que, finalmente, sólo podrá ser conseguida de la mano del estallido y triunfo de la revolución proletaria, primero en los países avanzados y, acto seguido, en el Norte de África y el resto de los países capitalistas semidesarrollados.
10 de mayo de 2007

Ignacio Rodas
Anti-Negri. Libro Primero
Crítica de la filosofía y la economía críticas
En 2000 y 2004, el profesor Antonio Negri publicó respectivamente Imperio y Multitud, obras de gran impacto que tuvieron la virtud de exponer una teoría general del pensamiento y la acción alternativos de nuestro tiempo, antiglobalizadores. El Anti-Negri, de Ignacio Rodas, cuyo Libro Primero, dedicado a la crítica de la filosofía y la economía críticas, ve ahora la luz, constituye, ante todo —al hilo de la demolición sistemática a la que se entrega, por alienante de la realidad social, del discurso postmoderno expuesto por el señor Negri—, la afirmación científico-revolucionaria de que existe vida más allá de los trillados caminos del pensamiento oficial y crítico, que copan la escena.
Formalmente, la obra de Rodas se ancla en la más estricta ortodoxia marxista. En este Libro Primero, en particular, la crítica de la doctrina del señor Negri ha proporcionado al autor la oportunidad de llevar a cabo un despliegue, que abruma por su consecuencia, del más genuino materialismo dialéctico y de la implacable crítica de la economía burguesa tan característicos de la ciencia comunista. Pero, contrariamente a lo que podría esperarse, ese impecable ejercicio de marxismo, en las antípodas de recrearse como un fin en sí mismo, deviene, en manos de Rodas, instrumento privilegiado de aprehensión, concreta y activa, del curso vigente del capitalismo en su inédita especificidad.
En definitiva, de la crítica implacable, que nos depara el Anti-Negri, de los pilares de la praxis reformista radical de hoy emerge, en positivo, una profunda, y novedosa por su original contemporaneidad, comprensión teórica y política, tan intachablemente revolucionaria como plenamente verificable por los hechos más destacados del mundo actual, del papel que desempeñan los aconteceres más significativos que tienen lugar ante nuestros ojos en el movimiento histórico general de las masas explotadas y oprimidas del planeta por su emancipación.
edcurso@edicionescurso.com www.edicionescurso.com

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¿POR QUÉ HAY QUE DEFENDER,
QUIEN DEFIENDE Y QUIÉN NO A NÚRIA PÓRTULAS?...


Desde hace algún tiempo, distintos medios de comunicación de la izquierda reformista “alternativa” catalana y del resto del Estado, de contrainformación, así como algunos partidos y sindicatos, vienen haciéndose eco de una campaña que va extendiéndose, por medio de concentraciones, actos multitudinarios y recogida de firmas por la libertad de Núria Pórtulas.
Núria es una joven profesora y activista social de ideología anarquista, detenida por la policía, hace algunos meses, por un supuesto delito de «pertenencia a banda armada». Permanece actualmente en “prisión preventiva” —sin que se sepa, no obstante, en “qué banda armada” se le encuadra—, en la cárcel madrileña de Soto del Real, por orden de la Audiencia Nacional y, desde su detención hasta hoy, la globalidad del reformismo organizado ha coincidido en defender su caso remarcando, en todo momento, la inocencia de la imputada y el “montaje policial” que supondrían las pruebas en su contra.
A tenor de las distintas informaciones, que desvelan la inconsistencia jurídica de las pruebas presentadas por la policía (unas anotaciones, supuestamente incendiarias, en una libreta y la relación sentimental con un anarquista italiano, condenado por la quema de un vagón), es más que posible que Núria Pórtulas sea inocente de los cargos que se le imputan. Lo que no deja de ser llamativo al respecto es que, para las organizaciones de la extrema izquierda capitalista —anarquismo incluido— que se distinguen en la defensa de casos similares, todo responde siempre a una lógica de fabricación de «montajes criminalizadores» por parte de la policía; nunca hay una defensa política real de los acusados ni de la necesidad de la violencia revolucionaria contra el sistema y sus símbolos más representativos…
Los anticapitalistas acusados de «pertenencia a banda armada» serían siempre así, de acuerdo con esta reiterada reivindicación de la inocencia ciudadana, pacíficos súbditos del capital que rechazarían el uso de métodos violentos de lucha, aun cuando sabemos que dicha lucha y dichos métodos se practican.
¿No constituye, por ejemplo, aunque Núria sea efectivamente inocente, un flagrante acto de manipulación política, por parte de dicho reformismo, pedir su libertad tras pancartas como «La Nuri es pacifista, no terrorista», máxime cuando en ninguna de las dos notas emitidas hasta la fecha por la propia interesada, desde la cárcel, se hallará, afortunadamente, ni una sola condena de la violencia armada contra el Estado y ni una sola reivindicación de ese pacifismo al que sus defensores tan interesadamente le adscriben?


Tomemos como muestra de lo que decimos su último escrito:

Familia, yo de nuevo.
Como va todo por Girona? Espero, aunque no lo dudo, luchando contra los abusos de poder. Ojeando en el diccionario leo “terrorismo” (dice: «es la actividad de las personas que creen que las finalidades políticas se pueden conseguir con acciones violentas, los grupos partidarios del terrorismo tienen armas y preparan atentados con explosivos») y yo, digo y qué pasa con el terrorismo de estado? Este no está contemplado. Continúan gobernados por la impunidad y yo continúo afirmando que el único terrorista existente es el Estado. En la definición del diccionario podríamos decir «gente que lucha contra el terrorismo encubierto». Lo encuentro impresionante, nos venden la paz social, la estabilidad y el bienestar, y sin casi darnos cuenta vivimos en una camama constante.
Nos quieren vender la libertad y el miedo lo tenemos a flor de piel con lo que constantemente nos están bombardeando. De alguna manera nos tenemos que hacer oír. Ellos encubren su terrorismo, lo maquillan, nos lo quieren normalizar. Eso no lleva a que saquemos nuestras armas, las que tenemos a nuestro alcance. Defendámonos del pánico y unámonos. Tal vez se piensen que callaremos a base de ostias pero lo que están consiguiendo es crear más resistencia.
Yo estaba en la lista negra, he sido la excusa. No es un caso aislado, ha pasado anteriormente con los compañeros de Torà, del 4F, del Comando Dixan, entre tantos otros, ahora soy yo ¿y mañana? Pensad que todos vosotros estáis en sus listas por darme vuestro apoyo. La represión nos toca a todos. Están atacando con fuerza todo movimiento social pero en estos momentos son los que nos hacen despertar a todos, vosotros no podéis dejar escapar este momento. A veces se nos hace difícil visualizar que nos quieren alejar de la realidad pero nos la ponen a tiro. Esto no se puede parar así como así, que mi secuestro no sea en vano, que la represión no sea gratuita para ellos.
No podemos continuar asumiendo la engañosa realidad. Antes de entrar en prisión no tenía ni tiempo de mirar la tele. Ahora no es el caso, pero se me hace difícil mantenerme delante con una oreja puesta y escuchando todas las vejaciones, brutalidades, engaños que nos quieren hacer creer. Me indigna y mi impotencia aumenta constantemente.
Es como si los políticos y medios contasen una película que no es la misma que la nuestra. Políticos y medios de comunicación, palabras, palabras y más palabras; mentiras, mentiras y más mentiras. Políticos, no hace falta que uséis mi nombre para nada, ni para hacer campaña, ni para darme vuestro apoyo ni quiero recibir ningún premio. Sois todos colaboradores de este sistema mientras yo y tantos otros estemos entre rejas. Si queréis, lo podéis hacer en la calle y a nivel individual pero desenmascararos. Porque los políticos, no hace falta que diga, ni de derechas ni de izquierdas, al fin y al cabo continuamente nos estáis demostrando que sois lo mismo; unos el fascismo y la represión la verbalizan en voz alta y en mayúsculas y los otros lo encubrís con palabras bonitas. Ahora ya no hay vuelta atrás, este es vuestro funcionamiento y es igual si sois o no culpables, lo que pasa es que estoy aquí porque hay alguna cosa que por pequeña que sea os inquieta, lo de menos es la excusa, lo que ocultáis es un ataque a una posición de resistencia. Vosotros os estáis mostrando tal y como sois, abusos de poder violentos en la calle, sin capacidad de razonar ni de expresaros.
Y todo esto no va dirigido a todos los que luchan por mi libertad. A todos aquellos que no estáis dispuestos a esperar que nos organicen la vida o nos hagan seguir sus pautas para conseguir ser verdaderamente libres. A todos aquellos que saliis a la calle, todos los que no paráis arriba y abajo porque creéis que esos abusos de poder ya citados pasan de la raya. Sois vosotros los que tenéis la fuerza, no os quedéis aquí y seguid adelante. Tanto dentro como fuera seguiremos luchando con mucha fuerza y muchas ganas. Desde la misma jaula del Estado, hasta que todas y todos seamos libres, todas y todos los presos seamos libres. Salud y fuerza. Núria C. P. Madrid V. Soto del Real, 27 de Abril del 2007
(http://www.kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=34938)

Remarquemos: «continúo afirmando que el único terrorista existente es el Estado. En la definición [sobre terrorismo] del diccionario podríamos decir “gente que lucha contra el terrorismo encubierto”.»…[…] «la represión no es gratuita para ellos » ¿Dónde está pues la reivindicación del pacifismo en boca de Núria Pórtulas? ¡Aquí, al menos, no la hay!
De forma totalmente opuesta, por tanto, a como utiliza el reformismo a Núria Pórtulas, una organización verdaderamente revolucionaria es aquella que defiende a todos los compañeros anticapitalistas que luchan contra al Estado burgués, inclusive a los que practican distintos tipos de lucha armada, tanto cuando son culpables, como cuando son inocentes, a pesar de que lo hagan en pequeños grupos desligados del resto de su clase, exponiéndose fácilmente, con ello, a la represión y provocación policiales. Es aquella que defiende a los activistas antiimperialistas en su lucha contra el Estado de la nación opresora, bien que practiquen asimismo la lucha armada en pequeños grupos —en este caso, no proletarios, es decir, no anticapitalistas—, y bien que su objetivo no sea ni pueda ser acabar con dicho Estado, al que, por el contrario, sí erosionan en su cohesión social, como vanguardia armada de un amplio movimiento revolucionario pequeñoburgués. Lo que, en ningún caso, será anticapitalista ni revolucionario es defender, por un lado, la inocencia de los acusados de “terrorismo” ligándola a la reivindicación del pacifismo y, por otro, algo que acostumbran también a hacer muchas de las organizaciones reformistas radicales de hoy (es demostrativo de que la lucha armada no da ni quita, de por sí, un contenido específico de clase a ningún movimiento y constituye un aspecto merecedor de otro artículo por nuestra parte): dar soporte a los presos de organizaciones, como, sin ir más lejos, el GRAPO —Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre— que, en realidad, recurren a la lucha armada para reformar al Estado capitalista, ya sea en un sentido «democrático-republicano» o «popular»…
¿«La Nuri es pacifista, no terrorista»?
¡Si Núria Pórtulas es una compañera anticapitalista, defendámosla, como tal!
Flecha

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Conoce, lee y debate…

A propósito de Cruz Negra Anarquista y su movimiento propresos

EL REFORMISMO NO ES SÓLO LO QUE RELUCE…

Movimiento Anticapitalista Revolucionario (MAR)


Para solicitarlo:

Anticapitalismorojo@hotmail.com
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Sumarios de Anticapitalismo rojo


Núm. 9 (01.05.2007)
Ø Las elecciones francesas señalan el curso
Ø 1 de mayo: ¿manifestaciones anticapitalistas?…
Ø Tras los atentados de Al-Qaeda en el Magreb… Declaración de Anticapitalismo rojo
Ø Tribuna anticapitalista: ¿Por una Asociación Internacional de los Trabajadores Inmigrantes? Continúa el debate

Núm. 8 (15.04.2007)
Ø A los 50 años de su fundación… Crisis agónica de la UE
Ø Metro de París: nueva irrupción del anticapitalismo
Ø Tribuna anticapitalista: ¿Por una Asociación Internacional de los Trabajadores Inmigrantes? Una reflexión marxista

Núm. 7 (31.03.2007)
Ø La caída de las Bolsas anuncia el crash que se acerca
Ø Irak: cuatro años de ocupación… La guerra, la paz y los proletarios del mundo
Ø ¿China capitalista?… ¿Cuándo dejó de serlo?…
Ø Tribuna anticapitalista: ¿Por una Asociación Internacional de los Trabajadores Inmigrantes? Se inicia el debate… Nos escribe un compañero inmigrante

Núm. 6 (15.03.2007)
Ø Italia: el nauseabundo olor del fascismo
Ø De Juana, excarcelado: una victoria revolucionaria
Ø Tribuna anticapitalista: Carta abierta por una Asociación Internacional de los Trabajadores Inmigrantes

Núm. 5 (31.03.2007)
Ø Encuentro del Fórum Social en Nairobi
Ø Siete tesis marxistas sobre Kosovo
Ø Tribuna anticapitalista: un saludo, una propuesta

Núm. 4 (15.02.2007)
Ø ¿«Por una vivienda digna»?… ¡Asambleas anticapitalistas por el acceso a la vivienda!
Ø La revolución comunista de mañana y los países no avanzados. (I…) Un trabajo necesario
Ø Biblioteca roja. Anti-Negri. Libro Primero. El padre filosófico del nazismo, Friedrich Nietzsche, y su amigo “anticapitalista” Antonio Negri

Núm. 3 (31.01.2007)
Ø Tras el asesinato de Estado de Barajas: ¿A dónde va la cuestión vasca?…
Ø Anarquismo y comunismo
Ø Biblioteca roja. Anarquismo y comunismo. Ayer y hoy
Ø Diferencias entre el anarquismo y el comunismo

Núm. 2 (15.01.2007)
Ø Contra el engaño de «la paz» en Palestina ¡Adelante con la guerra revolucionaria!
Ø Entrevista con I. Rodas: ¿Para qué un Anti-Negri?…
Ø Memoria roja: El asesinato de Rosa Luxemburg

Núm. 1 (01.01.2007)
Ø El nuevo anticapitalismo. Vive les casseurs!
Ø ¿Adónde va la guerra de Irak y por qué nos importa a los anticapitalistas?…
Ø Movimiento okupa. Entre el reformismo y el anticapitalismo
Ø Hemos leído… Anti-Negri. Libro Primero. Crítica de la filosofía y la economía críticas

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