martes, 17 de julio de 2007

ANTICAPITALISMO ROJO Nº14

Quema de banderas de EEUU y Reino Unido en Oriente Medio: una estampa familiar de los últimos tiempos

S U M A R I O 15 julio 2007

Editorial
EL CURSO DE LAS COSAS

Declaración de Anticapitalismo rojo
¡LIBERTAD PARA ARNALDO OTEGI Y TODOS LOS PRESOS NACIONALISTAS VASCOS!


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EL CURSO DE LAS COSAS



Atentados en Londres, Yemen, asalto a la Mezquita Roja en Pakistán, emboscadas en Afganistán, guerra civil en Palestina, situación límite en Irak, disturbios en Irán, crisis general en Oriente Medio…

Éstos son algunos colores que nos ofrece la paleta del capitalismo, para ilustrar el cuadro de la situación actual, camino de una guerra en el mundo árabe y de otra más lejana, pero mucho más mortífera, que se prepara entre las grandes potencias.

Desde los atentados de 2001 hasta hoy, las relaciones interimperialistas entre las principales potencias se han ido erosionando sin remedio (crisis terminal en el seno de la UE, aumento de la rivalidad comercial entre ésta y EE UU, recrudecimiento global del proteccionismo, creciente beligerancia económica, política y militar de una Rusia cuyo eje estratégico es ya su preparación, en todos los órdenes, para repeler una nueva agresión…), paralelamente, bien que no por efecto de ello, a la irrupción de un amplio movimiento antiimperialista de inspiración yihadista, del que ninguna fuerza conocida había calculado inicialmente su alcance e importancia.

Si quisiéramos averiguar, en su determinación más profunda, cuál es la base del agravamiento de todas estas relaciones, habría que situarlas, claro está, en el terreno económico de la revolución productiva iniciada años atrás, mas eso no significa, en modo alguno, todo lo contrario, que los marxistas despreciemos, en un cuadro de análisis del curso, la importancia del tempo propio de la esfera política respecto al sustento primigenio de ésta.

En un contexto de incertidumbre respecto al futuro económico, para la burguesía, y de espera de la crisis catastrófica, para los comunistas, bien que aún de relativas “vacas gordas” para el conjunto del mundo capitalista, podemos constatar, con ejemplos abrumadores, la cantidad de conflictos bélicos, in crescendo, que copan a diario las portadas de los principales periódicos.

Destaca, en primer lugar —haría falta estar ciego para no verlo—, la crisis del actual orden imperialista, desde América del Sur (donde las pulsiones antiimperialistas son canalizadas, por el momento, a través de la burguesía reaccionaria en distintos Estados) a África (en la que se extiende, cada vez con más fuerza, la “franquicia” Al Qaeda), sin hablar ya del caos imperial que se cierne sobre Oriente Medio.

Lejos de adherirnos sin más a la gran impresión que está causando esta crisis, sobre la cual algunos teóricos extienden la absurda idea de una guerra de mundos o civilizaciones, nosotros afirmamos, como hemos indicado en otros números, que los movimientos que la producen no llegarán a imponerse ni siquiera, probablemente, a tomar el poder en ninguno de los Estados contra los que operan. Lo importante a no perder de vista, por las consecuencias políticas que se derivarán de ello, para el proletariado y su vanguardia en los países avanzados, es que el elemento pequeñoburgués revolucionario, con una base de masas, presente e imborrable en todas esas luchas antiimperialistas, acompañará al sistema capitalista hasta el fin mismo de su dominación…

Ésa es una enseñanza, prácticamente confirmada de forma empírica, que nos coloca el presente de la lucha de clases ante los ojos. El antiimperialismo de los países atrasados es un aliado natural que el movimiento comunista, revolucionario, habrá de utilizar, sabiamente y sin prejuicios, en el futuro, propiciando, con ello, en primer lugar, el triunfo más eficaz de la revolución proletaria en el centro del mundo capitalista y, acto seguido, en todo el globo.

La segunda conclusión que se extrae de los acontecimientos presentes nos viene dada, a su vez, por la debilidad internacional de EE UU, patente en el auge sin freno de todos estos movimientos y favorecedora, al mismo tiempo, de que sus críticos reaccionarios (Chávez, Amadineyah, Fidel Castro, Corea del Norte… ) suban el listón de los desaires y afrentas a la primera potencia imperialista.

La imposibilidad de atender consecuentemente a todos los frentes, mientras permanece sin cerrarse la sangría sin fin de Irak, y la dramática situación, una vez estallase la crisis catastrófica, en la que se encontraría el Estado más poderoso del planeta, frente a sus competidores directos en el terreno económico —una UE y un Japón que no han cesado de pisarle terreno desde el final de la postguerra mundial—, con sus tropas repartidas, contestadas y atacadas, por medio mundo, están llevando a la vanguardia de la burguesía estadounidense a replantearse si no sería necesario sacrificar varios de sus pequeños frentes, a favor del refuerzo y apuntalamiento, para el futuro inmediato, del más importante de todos ellos.

Ahora que desde las propias filas del Partido Republicano se admite la posibilidad de retirar las tropas de Irak, no es descartable, bajo la presión de la situación, una decisión en firme de abandonar la línea del intervencionismo militar activo en Oriente Medio.

Los peligros y las consecuencias negativas de una decisión semejante son muy evidentes. Salir de Irak no solamente sería un signo de debilidad de EE UU, del que tomarían nota el resto de potencias competidoras (hasta sometidas a sus dictados) y los movimientos antiimperialistas, alrededor del mundo, sino que, en lo inmediato, dejaría las manos libres a Irán para intervenir imperialistamente en Irak, o/y a los talibanes el camino expedito que les llevaría, de nuevo, al poder en Afganistán. Pero, por mucho que esto último le duela, la conciencia política de la burguesía estadounidense sabe tan bien como nosotros que el enfrentamiento decisivo del que depende su estatus como gran potencia no se jugará en Irak ni escenario similar, sino en el choque económico, político y finalmente militar con las potencias capitalistas del Norte. Lejos de suponer ningún paso hacia el pacifismo, abandonar Irak, significaría, en ese sentido, una maniobra necesaria para mantener su capacidad ofensiva en el ratio más alto y no una rectificación de EE UU en la dirección “correcta y deseable” (como dirían los Chomsky o los Ramonet) para conseguir “un mundo en paz” o “mejor”.

Así pues, aunque la llamada línea “aislacionista” en política exterior fuera ya una de las pautas a poner en marcha progresivamente por el Gobierno Bush con anterioridad a los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, la marea pacifista que brindaría, exultante, por ésa y otras retiradas —veríamos aplaudirlas con entusiasmo a todas las fuerzas vivas del reformismo—, no dudaría en presentarlas incluso como fruto de su mismo activismo. Tales “festejos” serían, por tanto, un engaño venenoso contra el que los revolucionarios ponemos en guardia, por adelantado, a nuestra clase.

En cuanto a las luchas específicamente proletarias y anticapitalistas que hemos ido analizando en los últimos meses, vaya por delante una delimitación y un distanciamiento respecto a los elementos “comunistas” que se lamentan, cuando no se exasperan, al constatar que la lucha de clases proletariado-burguesía no ocupa el centro de la arena política: conforme a lo recabado del estudio de la historia reciente, nunca, salvo en periodos de convulsión revolucionaria o de movimientos puntuales de resistencia proletaria, dicha lucha ha sido el eje de la política cotidiana de la sociedad burguesa.

A pesar, pues, de los llantos fósiles del izquierdismo, en lo que va del nuevo siglo hemos asistido a la irrupción y bancarrota del anticapitalismo negro, a algunos estallidos proletarios, del viejo movimiento obrero, en la periferia y en el centro, de limitada importancia, y al pistoletazo de salida para el anticapitalismo rojo, que, desde otoño de 2005 en Francia, con los casseurs —incontrolables por el reformismo— y su unión, al año siguiente, en la calle, con los estudiantes de clase trabajadora, durante las movilizaciones contra el CPE (Contrato de Primer Empleo), marcan una tendencia a la politización (tal como se vio en las elecciones presidenciales y en la reacción a la elección de Sarkozy, en ellas, como Presidente de la República) del nuevo movimiento proletario.

Miramos a Francia, así pues, como el escenario anunciado, del próximo choque entre las clases. Los recientes gestos de Sarkozy anuncian ya la ruptura del eje francoalemán, pero también, internamente, el comienzo de la ofensiva para desalojar de escena todo el movimiento proletario en pie de guerra contra el ataque nuevamente anunciado, y sin precedentes en la Francia contemporánea, que se cierne sobre sus condiciones de vida. Lo que está por ver, en esta batalla cantada —en la que, de acuerdo con nuestro análisis del curso hacia la guerra, vaticinamos un resultado de tablas ( ni Sarkozy impondrá sus planes, ni la clase explotada romperá con el cuadro capitalista)— es si realmente el movimiento iniciado por los casseurs y seguido por otros sectores del joven proletariado, en las grandes ciudades, se extenderá internacionalmente o quedará limitado, como el anterior, al Estado francés. La confirmación de la extensión de la nueva lucha anticapitalista, en primer lugar, por el resto de Europa, sería el anuncio de que las condiciones políticas para la formación de una vanguardia comunista mundial han dado un paso trascendental en su maduración, a la par que la agonía bélica del mundo capitalista…


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ANTICAPITALISMO ROJO no es un órgano de opinión. Es un arma de lucha, un instrumento de organización propia de los proletarios, un medio de reunión de la vanguardia revolucionaria, consecuente, del anticapitalismo.
Para destruir al sistema y sus Estados, para derrotar al reformismo que los defiende:
¡Escríbenos y contacta con nosotros!
anticapitalismorojo@hotmail.com
Declaración de Anticapitalismo rojo

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¡LIBERTAD PARA ARNALDO OTEGI
Y TODOS LOS PRESOS NACIONALISTAS VASCOS!


El máximo portavoz del movimiento en prisión, cientos de presos alejados de su país, cientos de miles de ciudadanos privados de votar su opción electoral, continuas detenciones y represiones, alteración retroactiva de la ley para perseguir a no importa qué fuerza abertzale, para seguir encarcelando a quienes, una vez cumplida la condena, no dan la espalda a su pueblo…; ésta ha sido y es la respuesta del Estado español a los 27 meses de «alto el fuego permanente» ofrecidos por ETA, a la renovación explícita, por ésta, incluso tras el asesinato de Estado de Barajas (v. Anticapitalismo rojo núm. 3), de su intención de abrir una auténtica negociación con éste…
Allá donde hablan, el Estado español, la izquierda y la derecha burguesas, y todas las fuerzas reformistas a su servicio se llenan la boca de palabras de «paz», de deseos de «acabar con la violencia», de exigencias de «libertad»…
¡Hipócritas! ¡¡Criminales!! ¡¡¡Opresores!!!
Negáis al pueblo vasco su irrenunciable libertad a decidir su futuro, a autodeterminarse…
Represaliáis a quien combate por hacer efectivo ese inalienable derecho …
Con vuestros policías, con vuestros jueces, con vuestra prensa…, intentáis silenciar la voz de ese pueblo sojuzgado, que pisoteáis día tras día…
Y sois vosotros, ¡precisamente vosotros! —la clase dominante española, su Estado y sus secuaces—, vosotros que precisamente ejercéis el terror y la represión a raudales contra los explotados y oprimidos, ¡¡sois vosotros quienes clamáis contra la violencia mediante la que resiste, para el caso, el pueblo vasco!!
¡El proletariado español no puede, no debe ser cómplice de las tropelías reaccionarias que cotidianamente comete su propia burguesía, su propio Estado contra Euskadi! ¿Cómo podrían, entonces, llegar a liberarse, un día, los trabajadores españoles de sus propios opresores si siguieran consintiendo indefinidamente que éstos pisotearan los derechos de las masas vascas?…
¡Ningún pueblo puede ser libre oprimiendo a otro! ¡El proletariado no se emancipará tolerando esa opresión!
En Euskadi, en España, en el mundo entero sólo hay un auténtico camino hacia la paz, hacia la verdadera no-violencia. No es otro que el que conduce a la sociedad comunista de mañana, a un mundo sin capitalismo ni explotación; sin clases sociales, ni Estados ni fronteras. Puesto que la lucha por la revolución que hará realidad ese nuevo mundo se identifica con la lucha por la unidad del conjunto de la clase explotada por encima de cualquier tipo de fronteras y puesto que el primer combate a librar por la revolución proletaria, anticapitalista, no será otro que el que debe llevar a la destrucción efectiva del Estado de los explotadores, de los opresores, la emancipación del proletariado español y del proletariado vasco, del proletariado del conjunto de la Península, pasa insoslayablemente, entre otras cosas, por la defensa incondicional de los pueblos oprimidos contra esa cárcel histórica de naciones que es el Estado burgués español.
En concreto, con respecto a Euskadi, ahora que ETA ha sido empujada, de nuevo, a la acción; ahora, que la burguesía española y su Estado se aprestan a responder a los nuevos atentados (que ellos mismos han provocado con su represión) mediante la aplicación, de facto, de un nuevo estado de excepción en el País Vasco; ahora, más que nunca, es necesario que el proletariado —en particular, el proletariado español— alce su propia bandera, separándose inequívocamente de los intereses imperialistas de su propia burguesía:

Proletarios, proletarias, anticapitalistas…
¡Es hora de levantar vuestra propia voz, vuestras propias consignas!

En España…
¡Ningún frente unido con la imperialista burguesía española, con su Estado represor!
¡Autodeterminación para el pueblo vasco!
¡Libertad incondicional de asociación y de participación electoral de las masas vascas!
¡Libertad para todos los presos nacionalistas vascos!

En Euskadi…
¡Ninguna confianza, ningún frente unido con la burguesía vasca!
¡Organización independiente, como clase, del proletariado!
¡Apoyo incondicional, en la lucha común por la destrucción del Estado español,
al movimiento nacional de liberación del pueblo vasco!

En Catalunya y Galizia…
¡Adelante con los movimientos de liberación nacional
de los pueblos oprimidos por España!

Sí, el proletariado no tiene patria. Pero es de un cinismo atroz, es absolutamente ajeno a los intereses de la clase explotada; constituye, en suma, un mayúsculo crimen oportunista, cuando no ha devenido ya una de las más odiosas expresiones del reformismo, pretender hacer de la realidad histórica anteriormente citada una coartada que valide la represión que, ante nuestros ojos, despliegan las naciones opresoras sobre las oprimidas.
Más allá de cualquier otra consideración, el fin —forzado por la represión estatal— de la tregua de ETA evidencia la debilidad histórica del Estado español, el cual se halla lejos, muy lejos, del asentamiento democrático que ha permitido, a todo ello, al Reino Unido, si bien de ninguna manera resolver el problema del Ulster, sí restablecer transitoriamente la paz en dicho territorio.
Si la burguesía española y su Estado han demostrado, efectivamente, ser incapaces de sostener siquiera, de forma cohesionada, una negociación con ETA, ¡tanto peor para ellos! Eso quiere decir que es el momento de que no sólo la vanguardia comunista, sino, asimismo, la del nacionalismo revolucionario vasco extraigan la conclusión más palmaria de este hecho, a saber, que la emancipación de la nación vasca no será fruto ni, por supuesto, de la acción reaccionaria —dependiente, en realidad, de la de Madrid— de la burguesía vasca, ni tampoco de la presión abertzale, en sí misma, del tipo que sea, sobre el Estado español, sino de la alianza revolucionaria del movimiento nacional de liberación vasco no únicamente con el proletariado de su país, sino también, ineludiblemente, con el de las otras naciones y territorios que hoy componen España.
Los marxistas tomamos, a este propósito, la iniciativa de lanzar a los cuatro vientos, para quien quiera recogerla, la consigna que hoy podría galvanizar, en el nuevo curso de los acontecimientos que está a punto de abrirse tras la ruptura definitiva de la tregua de ETA, la movilización de las fuerzas de la totalidad del Movimiento de Liberación Nacional Vasco y de los sectores proletarios en condiciones de plantearse una solidaridad efectiva, al nivel que sea, con el anterior.
El grito unánime, común al nacionalismo y al proletariado revolucionarios, debiera resonar no sólo en las calles de Euskadi y en las siniestras cárceles de España, sino también allí, fuera del País Vasco, donde hay un proletario consciente, verdaderamente comprometido con los intereses generales, históricos, de su clase:

¡Libertad para Arnaldo Otegui y todos los presos nacionalistas vascos!
¡Adelante, hasta la autodeterminación, con los movimientos de liberación nacional
de Euskadi, de Catalunya, de Galizia!
¡Abajo el Estado capitalista español, cárcel de pueblos!
Anticapitalismo rojo
11 de julio de 2007



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ANTICAPITALISMO ROJO Y LA OPRESIÓN NACIONAL DE EUSKADI…

En el 20º aniversario del atentado de Hipercor…
MENTIRAS Y HECHOS DE UN CRIMEN DE ESTADO
Núm. 13, 01.07.2007

Fin de la tregua de ETA
HIPOCRESÍA Y DEBILIDAD DEL ESTADO CAPITALISTA ESPAÑOL
Núm. 12, 15.06.2007

De Juana, excarcelado
UNA VICTORIA REVOLUCIONARIA
Núm. 6, 15.03.2007

Tras el asesinato de Estado en Barajas
¿A DÓNDE VA LA CUESTIÓN VASCA?…
Núm. 3, 31.01.2007
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Sumarios de Anticapitalismo rojo

Núm. 13 (01.07.2007) > Hamás arrolla en Gaza. ¡Viva la Palestina antiimperialista!
Ø Casseurs: del voto a la abstención en las elecciones francesas. A la espera del nuevo y mayor choque, lección de política anticapitalista
Ø ¡Dejad que los muertos descansen en paz! La Resistencia anticapitalista de 2001 y la de hoy
Ø Memoria anticapitalista. En el 20º aniversario de Hipercor… Mentiras y hechos de un crimen de Estado

Núm. 12 (15.06.2007) > Fin de la tregua de ETA: Hipocresía y debilidad del Estado capitalista español
Ø ¿Vuelve el anticapitalismo negro?… El tiempo de las contracumbres ha caducado
Ø Tribuna anticapitalista: A propósito de la propuesta de una Asociación Internacional de los Trabajadores Inmigrantes… El Partido y el movimiento proletario de masas

Núm. 11 (01.06.2007) > Elecciones burguesas y anticapitalismo
Ø Al Fatah: Así se lucha contra un pueblo
Ø Tribuna anticapitalista: ¿Por una Asociación Internacional de los Trabajadores Inmigrantes? Para defender consecuentemente a los trabajadores inmigrantes hace falta una organización consecuentemente anticapitalista

Núm. 10 (15.05.2007) > ¡Atención a Francia!
Ø Tesis. La cuestión saharaui y los proletariados marroquí y español
Ø ¿Por qué hay que defender, quién defiende y quién no a Núria Pórtulas?…

Núm. 9 (01.05.2007) > Las elecciones francesas señalan el curso
Ø 1 de mayo: ¿manifestaciones anticapitalistas?…
Ø Tras los atentados de Al-Qaeda en el Magreb… Declaración de Anticapitalismo rojo
Ø Tribuna anticapitalista: ¿Por una Asociación Internacional de los Trabajadores Inmigrantes? Continúa el debate

Núm. 8 (15.04.2007) > A los 50 años de su fundación… Crisis agónica de la UE
Ø Metro de París: nueva irrupción del anticapitalismo
Ø Tribuna anticapitalista: ¿Por una Asociación Internacional de los Trabajadores Inmigrantes? Una reflexión marxista

Núm. 7 (31.03.2007) > La caída de las Bolsas anuncia el crash que se acerca
Ø Irak: cuatro años de ocupación… La guerra, la paz y los proletarios del mundo
Ø ¿China capitalista?… ¿Cuándo dejó de serlo?…
Ø Tribuna anticapitalista: ¿Por una Asociación Internacional de los Trabajadores Inmigrantes? Se inicia el debate… Nos escribe un compañero inmigrante

Núm. 6 (15.03.2007) > Italia: el nauseabundo olor del fascismo
Ø De Juana, excarcelado: una victoria revolucionaria
Ø Tribuna anticapitalista: Carta abierta por una Asociación Internacional de los Trabajadores Inmigrantes

Núm. 5 (31.03.2007) > Encuentro del Fórum Social en Nairobi
Ø Siete tesis marxistas sobre Kosovo
Ø Tribuna anticapitalista: un saludo, una propuesta

Núm. 4 (15.02.2007) > ¿«Por una vivienda digna»?… ¡Asambleas anticapitalistas por el acceso a la vivienda!
Ø La revolución comunista de mañana y los países no avanzados. (I…) Un trabajo necesario
Ø Biblioteca roja. Anti-Negri. Libro Primero. El padre filosófico del nazismo, Friedrich Nietzsche, y su amigo “anticapitalista” Antonio Negri

Núm. 3 (31.01.2007) > Tras el asesinato de Estado de Barajas: ¿A dónde va la cuestión vasca?…
Ø Anarquismo y comunismo
Ø Biblioteca roja. Anarquismo y comunismo. Ayer y hoy
Ø Diferencias entre el anarquismo y el comunismo

Núm. 2 (15.01.2007) > Contra el engaño de «la paz» en Palestina ¡Adelante con la guerra revolucionaria!
Ø Entrevista con I. Rodas: ¿Para qué un Anti-Negri?…
Ø Memoria roja: El asesinato de Rosa Luxemburg

Núm. 1 (01.01.2007) > El nuevo anticapitalismo. Vive les casseurs!
Ø ¿Adónde va la guerra de Irak y por qué nos importa a los anticapitalistas?…
Ø Movimiento okupa. Entre el reformismo y el anticapitalismo
Ø Hemos leído… Anti-Negri. Libro Primero. Crítica de la filosofía y la economía críticas

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